Cuando el Juez lo ordene, el ayudante saldrá del
escondite que le fue indicado previamente y atravesará el terreno de la
prueba hacia la línea existente en la mitad, a paso normal para la clase
I y a paso ligero para las clases II y III. El guía grita al ayudante que
se pare. El ayudante ignora sus gritos y
cuando está sobre la línea media,
cambia de paso normal a paso ligero y ataca al perro frontalmente amenazándole
verbalmente y ejecutando gestos amenazadores con el bastón acolchado.
(Clase I),
sin interrumpir el paso ligero, ataca
al perro frontalmente amenazándole verbalmente y ejecutando gestos
amenazadores con el bastón acolchado. (Clases II y III) El ayudante debe recibir al perro sin pararse y
manteniendo la manga con soltura. Si es necesario, en el momento de la
recepción se permite al ayudante realizar un giro con el cuerpo para
interceptar el impulso del perro. En ningún caso, debe el ayudante
esquivar al perro. En caso de que el perro haya mordido, el ayudante debe
trabajar con el perro lateralmente y comenzar la fase de amenaza en línea
recta. En ningún caso puede el ayudante evitar al perro. El ayudante debe
cargar a todos los perros en la misma dirección. Por consiguiente, el
Juez debe colocarse de manera que pueda evaluar en todos los perros la
conducta de ataque, la captura, la calidad de la mordida y la vigilancia.
No está permitido un acoso en dirección al guía. El Juez decide la duración de la fase de amenaza.
El ayudante cesa dicha fase cuando el Juez se lo ordena. Si se lleva a
cabo un ataque con el dinamismo requerido, entonces el Juez tiene la
oportunidad de evaluar el trabajo del perro de manera justa. Se prohiben
formas de ayuda tales como la reducción de la velocidad de ataque, la
recepción del perro en posición estática, la exageración del
movimiento lateral del ayudante antes de que el perro le sujete la manga,
hacer círculos con el perro, ofrecer la manga antes de que el perro la
sujete, mantener la manga sin tensión en el momento de la amenaza,
modificar la intensidad del ataque en la fase de amenaza, etc. Para más información sobre la inmovilización ver
punto 8 (válido para todos los ejercicios) 1.
Inmovilización del ayudante (válido
para todos los ejercicios) Se debe realizar la orientación en todos los
ejercicios de defensa, para que el Juez pueda observar la mordida, cómo
suelta y la fase de vigilancia del perro (no se debe orientar de espaldas
al Juez, sino manteniendo el contacto visual). Después de la orientación
en un ejercicio de defensa hay que reducir la resistencia del perro. El
ayudante tiene que orientar el movimiento, sin relajar la manga. No se
debe llevar la manga alta, sino dejarla en la posición en la que se debería
mantener durante el ejercicio anterior. El bastón acolchado se sostiene
hacia abajo lateralmente respecto del cuerpo sin que sea visible para el
perro. El ayudante no puede ofrecer ninguna ayuda en el momento de la
salida. Después de la salida el ayudante mantiene contacto visual con el
perro como estímulo adicional en tanto no se autorice ninguna actitud de
ayuda en ninguna categoría. Para mantener al perro a la vista, el
ayudante puede durante la fase de enfrentamiento darse la vuelta despacio,
sin movimientos bruscos, a la vez que el perro realiza movimientos
giratorios. 2.
Inseguridad y fracaso del perro El ayudante debe continuar con las amenazas si se trata de un perro que no muerde en los ejercicios de defensa o que suelta a la presa y la deja escapar, hasta que el Juez interrumpa el ejercicio. El ayudante no puede, en ningún caso, ayudar al perro en una situación semejante, ni organizar el ejercicio por su cuenta. |